Su encanto principal: La sensación de estar en el interior de un palacio oriental, con un monumental Buda dorado al centro, traído de Tailandia.
El mejor lugar para instalarte: Las mesas centrales del nivel superior (abajo está el área de restaurante), cerca del DJ. Se puede platicar y también pararte a bailar.
Elemento sorpresa: A la entrada te venden los CDs de su famosa colección de música electrónica “Buddha-Bar”.
Lo que no puedes dejar de tomar: Zapata Drink, martini con frutas de amable sabor para tu garganta, pese al mezcal con que lo preparan. Precio: $120
Lo que no puedes dejar de comer: Pescado blanco con dry miso, ejemplo del estilo de su cocina asiática, denominada Pacific Rim, con elementos sorpresa, como los dientes de ajo que lo acompañan.